miércoles, 16 de diciembre de 2009

No hay lugar para dos verdades

El cristianismo de hoy quiere andar en la verdad del hombre y en la verdad de Dios. Quiere agradar al hombre y agradar a Dios al mismo tiempo.

Lo que no se da cuenta el cristianismo de hoy, es que esta bien metido dentro de la verdad del hombre y lejos de la verdad de Dios.

Es como cuando una persona quiere disfrutar de los placeres del pecado y al mismo tiempo recibir el favor de Dios. Así que hace todo lo que cree que debe hacer para agradar a Dios, pero al mismo tiempo se convence a si mismo de permitirse acercarse lo mas posible al pecado, sin entrar completamente en el, para poder disfrutar aunque sea un poco. Así que busca servir a Dios, busca aprender de el, busca adorarle, pero al mismo tiempo, al querer complacer su propia voluntad, se ha alejado de la voluntad y deseo de Dios.

Cree que esta justo al borde del precipicio, cree que esta a punto de pecar pero que no esta pecando. Lo que no se da cuenta es que ya hace mucho tiempo había caído dentro del precipicio y ahora se encuentra en caída libre, ya cruzo la linea desde el primer momento en que quiso saborear las cosas del mundo.

El cristianismo de hoy, al querer agradar a los hombres primero que a Dios, busca hacer lo mínimo y necesario de la voluntad de Dios e incorporar todo lo necesario para agradar a los hombres y así conseguir el favor de ambos. Pero al hacer eso ya se alejo de la obediencia que el siempre quiso, aunque quieran ofrecerle a Dios este "sacrificio" diciendo cosas como "Pero Dios, si hacemos así entonces mas gente te va a seguir, si agradamos a los hombres mas gente se va a hacer cristiana", sin darse cuenta que lo que Dios quiere es que lo conozcan a El, y lo obedezcan a El. Solo hay lugar para la verdad de Dios, no hay lugar para dos verdades.

Hos 6:6 Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.

1Th 2:4 Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan á los hombres, sino á Dios, el cual prueba nuestros corazones.

Gal 1:10 Porque, ¿persuado yo ahora á hombres ó á Dios? ¿ó busco de agradar á hombres? Cierto, que si todavía agradara á los hombres, no sería siervo de Cristo.

1Co 2:4 Y ni mi palabra ni mi predicación fué con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder;
1Co 2:5 Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario